Las redes sociales se han convertido en el espacio virtual preferido, hoy es imposible imaginar a alguien que no guste de estas plataformas.
Seamos generosos y digamos que el 90% de las personas con acceso diario a internet interactúa en alguna red social, la que fuere. Entonces, si las marcas se ocupan de tener presencia en internet a través de un sitio web corporativo, blog de contenidos, pautas en sitios de otras marcas… ¿Existe justificación para no estar en las redes sociales? Las redes sociales son las grandes plazas de internet, donde cada web es un espacio privado, las redes sociales son las vías públicas virtuales.
«Tener una web y no estar en redes sociales es como invertir en una oficina y no contárselo a nadie.»
Ahora, estar en redes sociales no es lo mismo que estar en un sitio web, así como estar en un espacio público no es lo mismo que estar en uno privado, porque las redes sociales son una zona de confort para el usuario, donde se entretiene, socializa y pasa el tiempo, y ¿A quién le gusta ver su espacio de distensión invadido por marcas que intentan venderle algo? Es por eso por lo que introducirnos en esa zona de confort del usuario sin que se sienta asediado es una tarea que necesita de tacto, estrategia y sensibilidad con sus necesidades.
«La conclusión es simple, en las redes sociales no basta con estar presente, para no molestar, hay que saber estar.»
Estar presentes no significa saludar a través de un volante de venta de servicios o productos, eso en definitiva, es menos que insuficiente. Esta es la parte donde se debe hablar del desarrollo de contenidos, y se entiende por desarrollo de contenidos la generación de información que evidencia los beneficios emocionales que su producto o servicio ofrece al consumidor y se convierten en verdaderos discursos de venta. Para graficar esta idea le diré que su producto o servicio puede –o no- ofrecer un beneficio económico, comercial, funcional, físico o emocional. Es en esta última instancia desde donde se debe construir el discurso de marca y la propuesta de valor.
Las redes sociales son paréntesis de ocio para el consumidor, no es -para él- un espacio comercial, él no espera de Usted una oferta ni una oportunidad de generar lazos comerciales, lo que no significa que no sea un espacio efectivo para ello, sino que -a priori- no es lo que el consumidor desea en ese momento, en ese espacio, él está para distenderse, informarse, socializar y pasar el rato…
¿Por qué su fanpage tiene pocos seguidores? O… ¿Por qué tiene tantos y tan pocas interacciones? ¿Por qué siempre son los mismos los que interactúan? Esto es un indicador claro de medición de su público cautivo en las redes, y del desempeño y la calidad de los estímulos que usted les brinda.
«No importa la cantidad de seguidores que tenga, sino la cantidad de interacciones que es capaz de obtener…»
¿Usted se ha preguntado por qué se viralizan tantos contenidos de carácter empático, ya sean sociales, de entretenimiento, contenidos de autoayuda o de autorrealización? La respuesta es sencilla: el usuario está para eso. “La poesía no es de quien la escribe, sino de quien la necesita” decía Neruda, y en las redes sociales el consumidor busca contenidos empáticos, emocionales. Pero hay que entender que detrás de cada producto o servicio existe una necesidad emocional ulterior, y allí, en ese lugar, existe un contenido y un mensaje que su audiencia espera escuchar.
Es por ello que el desarrollo de contenidos en redes sociales no es un trabajo fácil, la figura de un Community Manager es por lejos insuficiente para realizarlo, para alcanzar la esencia del beneficio emocional de su marca y socializar estratégicamente su propuesta de valor es necesario un trabajo profesional de marketing y posicionamiento, y una estrategia sólida de marketing digital, es un trabajo de comunicación donde hay que hilar fino, manejar los códigos y las necesidades de la audiencia, mostrarle que podemos aportar a su espacio de ocio… Si
«Usted estimula la relación empática, el usuario se encargará de estimular la relación comercial.»
No estoy diciendo que las marcas deben dejar de vender, sino que pueden hacerlo con mayor efectividad a través del Marketing Digital.